En 2018 vivà mi primera experiencia en India y desde entonces siempre me surge la pregunta: ¿volveré? La respuesta es un rotundo sÃ. India es un paÃs de contrastes explosivos, donde la intensidad de sus colores, sabores y emociones se fusiona con momentos de profunda calma. Mi vivencia en este paÃs me enseñó que India te enfrenta a lo que eres y a los miedos que llevas dentro, permitiéndote descubrir una parte de ti mismo que no sabÃas que existÃa.
La Capital del Yoga
Antes de mi viaje, ya habÃa tenido muchos acercamientos con el yoga en mi paÃs; gracias a la invitación de una amiga muy querida para ir a India, es que me entro el gusanito de ir, sin embargo, algo en mà me impulsó a profundizar en esta práctica, asà que decidà ir a Rishikesh, la capital del yoga. Llegar a un lugar nuevo siempre es un desafÃo, ya que nuestras costumbres y espacios se ven alterados, y Rishikesh no fue la excepción. llegar a Delhi me recordó a la Ciudad de México, pero con una intensidad y una cantidad de estÃmulos mucho mayor.
El comienzo del viaje
El viaje comenzó recorriendo Mathura y Vrindavan, dos de las ciudades más sagradas de la India. Mathura, situada a unos 50 km al norte de Agra, es venerada en el hinduismo como el lugar de nacimiento de Krishna.
Recuerdo haber llegado de noche, con la neblina envolviendo la ciudad, y quedar impresionado ante una majestuosa estatua de Durga. Algo que realmente me sorprendió de India es la magnitud con la que esculpen a sus deidades; entre ellas, la figura de Shiva es particularmente imponente.
Profundizando en la práctica del Yoga y la conexión con la India
Posteriormente, nos dirigimos a Rishikesh, donde pasé un mes aprendiendo y profundizando en la práctica del yoga. A pesar de viajar con una rodilla lesionada, pude encontrar en la calma y la sabidurÃa del entorno la fuerza para sanar. Durante mi estancia, tuve el privilegio de conocer al Maestro Parveen, una experiencia que marcó profundamente mi camino. La dicha de reencontrarme con él en 2025 fue verdaderamente gratificante.
La aventura continuó explorando Agra, Varanasi, Delhi, jaipur y visitar el enigmático Templo de los Sick, el templo de Amristar para llegar fue bordo de un tren que resultó ser toda una aventura. En 2019, junto a mi esposo y amigos, tuve el placer de descubrir Nepal. Conocer de cerca los Annapurnas fue una experiencia que me permitió conectar intensamente con la naturaleza y expandir mi conocimiento sobre mà misma. Aunque la pandemia detuvo el mundo y me llevó a una etapa de introspección, esa pausa me preparó para retomar la aventura con renovado entusiasmo en 2024.
Explorando y construyendo experiencias
Esta vez, emprendà el viaje con amigas y nuevos compañeros, explorando cada rincón y sumergiéndome en la autenticidad del viaje. Aunque decidà liderar esta nueva etapa en solitario, jamás me sentà sola, pues mis compañeras de viaje colaboraron y compartieron cada momento de la aventura. Este año, ya estamos planeando continuar la travesÃa, incorporando nuevas experiencias como el desierto y el senderismo en Nepal.
Viajar me ha enseñado a ser flexible, a aceptar que algunas cosas son inevitables y a probar siempre algo nuevo. Cada destino me enriquece y me cura de maneras inesperadas. Te invito a unirte a esta aventura, a descubrir la magia de India y Nepal, y a abrir tu mente a todo lo que el mundo tiene para ofrecer. ¡Atrévete a viajar y a transformarte en el camino!